La foto

(según Wikipedia) La palabra fuga puede referirse a:

salida de gas o líquido por un orificio o por una abertura producidos accidentalmente; evasión, acción mediante el cual un detenido se libra de la vigilancia a la que está sometido; procedimiento de construcción musical o forma musical; filme chileno realizado el año 2006; banda de rock española; punto de fuga, sistema de proyección cónica; También es el apellido de las siguientes personas: Ferdinando Fuga, arquitecto italiano (Florencia, 1699 - Roma, 1781).

La foto: fuga en la Doble Frías (Santiago del Estero) 1972. Ismael Torres, Osvaldo Benvenuti (quienes a partir de la 2ª etapa decidieron correr en equipo), y un tercer ciclista desconocido.

viernes, 17 de diciembre de 2010

Un pacífico ejército sobre ruedas
Una vez al mes, bicicletistas toman las calles en masse en la Masa Crítica
por Pablo Toledo
Buenos Aires Herald


Cuando estás andando en bicicleta por una autopista (un lugar muy ilegal para las bicis, para empezar), hay un sonido que definitivamente no queres oír: "Psssssss". Después de 10 años de andar sin un solo pinchazo, un trozo de cristal –seguramente el souvenir de algún accidente- había apuñalado mi rueda trasera. Obviamente, no llevaba un kit de parches o una cámara de repuesto. Estaba frito.
Pero yo no estaba en una solitaria misión suicida explorando la Autopista Illia (la corta curva elevada al final de la Avenida 9 de Julio) sobre dos ruedas: yo era parte de la Masa Crítica Buenos Aires, versión local de Critical Mass. Más de 1.000 bicicletistas estaban en esto conmigo. Me detuve a un costado y le pregunté a uno de ellos si había tenido la previsión de llevar herramientas. "Yo no, pero seguramente haya alguien que si."
Mas de un millón!Y he aquí que diez segundos más tarde se detuvo un ciclista de camiseta naranja, preguntó cuál era el problema, me dedicó una severa mirada de "vos tendrías que saber cómo se hacen las cosas", y me ofreció la posibilidad de elegir una cámara nueva o un parche. Tres más se unieron para ofrecer una mano, e incluso una segunda cámara de repuesto. Camiseta Naranja procedió a dar vuelta mi bicicleta, quitó la rueda, colocó la cámara a mano limpia, volvió a poner la rueda y la infló más rápido que el equipo de boxes de Michael Schumacher. Dos minutos más tarde estábamos persiguiendo a los demás, fuera de la autopista y seguros en nuestro camino hacia el resto de una tarde de diversión en bicicleta. La Masa, lo acababa de aprender, se cuida a sí misma.
No bloqueamos el tráfico: somos tráfico. En física, una masa crítica es la cantidad mínima de materia necesaria para que se sostenga una reacción nuclear en cadena. En el mundo del ciclismo, la Masa Crítica es un movimiento mundial que comenzó en San Francisco en 1992 cuando un grupo de gente harta, con el simple acto de reunirse y andar en bloque por las calles, trató de aumentar la conciencia de cuan hostil era la ciudad hacia los ciclistas.
La principio lo llamaron “Commuter Clot” (algo así como “grumo de viajeros al trabajo”), pero luego vieron un documental sobre cómo los chinos resuelven los cruces sin señales: esperan a que se amontonen las bicicletas suficientes, y cuando tienen una masa crítica de ciclistas, cruzan la calle como una unidad segura. Así es como nacieron las salidas de Critical Mass. Pronto el número de participantes aumentó a 1.000, y otras ciudades comenzaron a imitar el evento: en la actualidad, hay MC en 300 ciudades de todo el mundo, incluyendo seis en Argentina, con Buenos Aires como pionera en octubre de 2008.
Entonces, ¿qué es una salida de la MC? Simple, y al mismo tiempo muy complejo: los ciclistas se reúnen en un lugar determinado en un momento dado y toman las calles. En algunos casos, se decide una ruta antes de partir, mientras que en otros (incluido el de BA), simplemente se empieza a pedalear, quienquiera que esté al frente propone en voz alta giros o nuevos destinos que los demás pueden o no seguir. Se trata de una anarquía benevolente, o lo que el filósofo francés Gilles Deleuze llama una estructura rizomática, con toma de decisiones y conocimientos diseminados, y sin jerarquías verticales.
La MC va donde lo siente y por el tiempo que le plazca. Aquí se hace un buen uso de la seguridad que da el número: algunas bicicletas bloquean el tráfico en los cruces y la parte posterior de la caravana actúa como un "corcho" que evita que los coches se metan entre los ciclistas por detrás. Hay paradas regulares para reagruparse, y cuando hay problemas (conductores impacientes y cosas por el estilo) la masa se detiene y se hace cargo de la situación en conjunto.

¿Suena provocador? Los paseos de la MC son un tema muy controvertido en el mundo del ciclismo urbano. Algunos lo consideran una respuesta justa a las condiciones habituales del tráfico en la ciudad, otros dicen que su conducta subversiva e irritante no favorece a la causa: de hecho, las autoridades de ciudades como Nueva York y Boston han tratado de reprimir los eventos de la MC.
Usa la bici todos los días, celebralo una vez al mes. Masa Crítica Buenos Aires se reúne en el Obelisco el primer domingo de cada mes a las 16:00. Yo y mi corcel de metal de 15 años llegamos al lugar y nos encontramos con un pequeño grupo, entre ellos tres turistas en bicicletas de alquiler y un par de españoles en un descanso de una gira en bicicleta por América del Sur.
Masa crítica 12/10La masa comenzó a llenarse con bicicletas de todos los tamaños, colores y denominaciones: bicicletas de carrera, mountain bikes, vintage, plegables (modernas y clásicas), un punk tatuado con una pre-BMX con caja de cambios en el caño superior y un falso tanque de combustible de plástico, un grupo de “choppers” mostrando sus super-bajas, “tall bikes” (dos cuadros soldados uno justo encima del otro, casi una bicicleta de circo), un extraño triciclo de gran tamaño con una silla ejecutiva y un tablero de dibujo de arquitecto montado en la parte trasera, incluso un monociclo... Y la gente se pone pelucas, narices de payaso, capas de superhéroes y todo tipo de insignias - sin embargo, en consonancia con el espíritu MC, nada de trajes de spandex estilo Lance Armstrong.
Por las 17hs., la Masa Crítica se había reunido y el viaje estaba listo para despegar. Las bicis agarraron la primer luz verde, y cuando todos estuvieron listos para comenzar (un grupo compacto de una cuadra y media) hubieron aplausos, gritos, timbres, un rugido rodante. La MC estaba en marcha.
La sensación es embriagadora: acostumbrado a la adrenalina del apuro, de esquivar autos y de deslizarse por los costados del tráfico, encontrarte en el medio de una multitud de bicicletas, sin autos de que preocuparse, disfrutando de la ciudad a unos placenteros 10km/h, es la felicidad total. Sólo deslizarse, ver el paisaje urbano transformado. Y esto se pone mejor cuando uno se da cuenta de que todo sucede porque la muchedumbre, de la que sos parte, adoptó una postura y se apropió de las calles.
Se trata de una verdadera fiesta, nada menos que una bicitopía - sonrisas por todas partes, conversaciones con extraños, música (alguien se las arregló para atar con una correa un par de altavoces en el portaequipajes de su bici; otro incluso más hábil domina el arte de andar con una sola mano mientras toca un tambor), pulgares arriba de algunos transeúntes, alegría sobre ruedas... También están, si rodás cerca de la parte de atrás o a los costados de la masa, los bocinazos de algunos automóviles ansiosos (incluso en una tarde de domingo), pero se encuentran con sonrisas, timbrazos y agradecimientos que ponen a los locos de la bocina aún más locos.
A medida que la Masa rueda a lo largo de 9 de Julio hacia Libertador, hay un rumor entre los que van cerca del frente, algunos gritos y susurros que anunciaban un momento crítico para la Masa Crítica: cuando el grupo llegó a la calle Arroyo, la frontera entre la 9 de Julio y la autopista Illia, los corredores del frente hicieron lo impensable y continuaron hacia adelante... y todos los demás los siguieron. En los meses anteriores había habido intentos de tomar la autopista, pero nadie los había secundado. El domingo pasado, la línea fue cruzada y simplemente ocurrió.
Masa crítica 12/10Las bicicletas son ilegales en las autopistas, y esto sería francamente un suicidio en cualquier otra situación: pero el tráfico era casi nulo, y el volumen de los ciclistas fue tan alto que convenció a los que venían detrás. Hubo un momento de duda en varios bicicletistas, pero nadie estaba siendo forzado: si a alguien no le gustaba, era libre de pedalear en otro sentido en cualquier momento. Para los que no se abrieron, hubo un paseo único por un camino que se cierne sobre la Villa 31, y el paisaje surrealista de mirar atrás y ver una autopista con bicicletas hasta donde el ojo podía alcanzar, además de la mirada desconcertada de los empleados del peaje y de los indefensos policías en servicio.
Allí fue cuando la Masa Crítica alcanzó su máximo poder: juntos, una cantidad suficiente de bicicletistas puede conseguir cualquier cosa - incluso proezas tontas y peligrosas. Más adelante, mis límites fueron probados una vez más cuando la masa rodó por la avenida Lugones (una avenida sólo por el nombre, Más bien la pista de careras extraoficial de BA) por poco más de 200 metros, tomando solo dos carriles. Con más tráfico que en la Au. Illia y más peligros potenciales para coches y bicicletas por igual, pensé seriamente en dejar el paseo en ese momento. Seguí adelante sólo después de encontrar un camino de tierra angosto en el costado de la avenida que estaba más cerca de mis límites personales - nadie resultó herido y no se produjo ningún daño, pero eso estaba fuera de mi zona de confort.

Desde la autopista Illia el viaje pasó por la Costanera hasta llegar a la Ciudad Universitaria, a continuación el puente hacia el estadio de River Plate, a la izquierda hacia Palermo, subiendo hasta Monroe, bajando por Libertador a través del túnel (otra zona ilegal para las bicicletas) hasta la cancha de polo, otra vuelta hacia Santa Fe y varios giros alrededor de Palermo y Barrio Norte, hasta que, a las 20:15, justo cuando se fue haciendo de noche, el viaje naturalmente llegó a su fin en el parque Las Heras. Gran parte del recorrido fue muy panorámico, atravesando Palermo y los frentes de las tiendas de moda de Palermo Hollywood, donde la gente era más receptiva al espíritu de la Masa Crítica.
Hasta la victoria...siempre!Fueron 30 kilómetros en total, a un ritmo regular, ni remotamente competitivo, que nunca cansa. El clima era ideal y la atmósfera verdaderamente carnavalesca. La edad promedio de los participantes ronda los 25 años, pero había algunos niños (ya sea en la parte trasera de las bicicletas de sus padres o pedaleando por su cuenta) y hasta algunas abuelas ciclistas disfrutando al máximo.
Si se desea una experiencia más organizada, o al menos con un poco menos de caos y de imprevisibilidad, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, es muy activo en temas ciclísticos y organiza paseos mensuales a lo largo de rutas predeterminadas con policías cerrando las calles, guías en el pelotón, un espectáculo al final del trayecto y algunos sorteos de material para bicicletas. Por lo general tienen lugar el tercer sábado del mes, pero en diciembre el paseo será el domingo 19 a las 19:00 en la Plaza de Mayo. Si no tenés bicicleta, podés incluso pedir prestada una de las nuevas bicicletas públicas inauguradas la semana pasada (pre-registro en www.mejorenbici.gob.ar).
Sea cual fuere la variante que prefieras, Buenos Aires es una ciudad perfecta para andar en bicicleta: sin pendientes, distancias manejables, una creciente red de ciclovías, y calles con un mantenimiento razonable acaban con las excusas para bajarse del asiento – así que, ¡a pedalear!
Clika ACÁ para ver la nota original.
"El movimiento anarco-ciclista" por Pablo Toledo para Newsweek.

miércoles, 15 de diciembre de 2010


La información completa en:
www.lafabricicleta.com.ar


lunes, 13 de diciembre de 2010

Respuesta a las desubicaciones de “Analía” y Javier Salas

Soy Francisco Benvenuti, autor de este blog y de la mayoría de sus contenidos.
Escribo esta nota porque cuando se dicen demasiadas cosas sin reflexionar, incluyendo amenazas,  hay que responder. Es extensa, pero hay momentos en que es necesario frenar el ritmo de la respuesta instantánea que sugiere la web y pensar.
Hablo concretamente de los comentarios dejados por "Analía" en La Ciclét, a la “charla” entre "Analía" y Javier Salas en: http://masacritica.bligoo.com.ar/content/view/1143436#comment-1332151,
y al posteo de "Analía":
Como se dijo demasiado y en diferentes espacios, para responder aquí unifico. Iré punto por punto, marcando en negrita los comentarios y sus autores:

·         “Tanto que se las da el de La Ciclet que los de Mejor en Bici somos todos fachos acá lo tenemos apareciendo como actor principal en una publicidad de Fiat. Un verdadero asco!!!!!!” por Javier Salas, publicado en Bligoo.

Javier: nunca te critiqué a vos como persona fuera de las charlas privadas que tuvimos.
Decí lo que quieras sobre mis opiniones o sobre mi blog, denostalo con argumentos sólidos, pensate algo inteligente y que se genere el debate, pero me parece muy rastrero que hagas comentarios personales en espacios públicos y masivos como Bligoo o la lista de la Masa.
“el de La Ciclet” soy yo, Francisco ¿te acordás? Nos cruzamos en una fiesta el viernes anterior a La Masa. ¿Qué pasa? ¿En persona me saludás y podés charlar y en estos espacios me llamás “el de La Ciclét”? Por favor, un poco de coherencia.
En la lista de la masa escribiste:
Cheeeeeee que buena publicidad de Fiat!!!!!!!!. Se me cayó un ídolo. 
¿Qué pasa? ¿En bligoo tenés otra personalidad?

·         “Tus videos son una mentira, por un lado promovés no se que carajo de la política y por otro haces publicidad de autos, sos lo menos.” Por Analía (publicado en comentarios, en La Ciclét).
·         “En un video defiende la Bici y en el otro promociona el auto!!!!!” Por Analía (publicado en Bligoo).

¿Promoción de la política? Por favor, sea más específica señorita.
El video en el cual “defiendo la bici” (concepto jamás utilizado por mí por creerlo dentro de las ambigüedades que detesto) está dentro de mi blog, espacio totalmente independiente en el cual vuelco mis opiniones más personales.
Soy actor, me formé para serlo, es mi oficio, vivo de él y me gusta.
Un actor trabaja con la ficción, actúa, hace de cuenta que es alguien o algo. Si alguien cree (y me permito la comparación desmesurada) que Robert De Niro en sus ratos libres maneja el negocio negro del aceite de oliva de Little Italy, es un psicótico o simplemente un idiota.

·         “Piedra libre al dueño de La Ciclét!!!!!!!!  Truchooooooooooooo!!!” Por Analía.

La voz “piedra libre” se utiliza en el juego de la escondida para advertir que alguno de los jugadores fue descubierto.
¿Sugiere que en algún momento intenté esconderme? Esto puede ser desmentido por cualquiera de los que en algún momento me mandaron un mail o se me acercaron en la Masa diciendo ¿vos sos el de La Ciclét? En todos los casos mi respuesta fue la misma: si.
Otra opción (más “jugada”): si tenemos en cuenta que la escondida, tanto como el teatro, son instancias lúdicas y de construcción de ficción ¿nos acercamos a la hipótesis de la psicosis o reforzamos la de la idiotez?

·         “Al video de su autoría lo dio de baja, por ejemplo se rajó como una laucha. Igual dejo el enlace para que vean que el tipo se rajó.” Por Analía (lo dice refiriéndose al video “Pre-Masa en La Fabricicleta”).

El video de la Pre-Masa no lo di de baja, solamente lo cambié de cuenta en el servidor Vimeo para que estos comentarios no salpiquen a un proyecto como La Fabricicleta ni a sus integrantes.
Asumo totalmente la autoría del video y el error de haberlo subido inicialmente en La Ciclét (pero este pedido de disculpas público es para la gente de La Fabricicleta).

·         “Guaaaaauuuuuuuuu cuando lo vea filmando en medio de la Masa hago como que lo voy a saludar y lo piso con mi bici. jejejejejejejejeje tanto que se la da de ético. Por la plata baila el mono. Piedra Libre a La ciclet.” Por Analía.

Este es el más complicado... me hace acordar al minuto 3’40” del video (editado por mí) de la Masa de septiembre, un tipo dice algo parecido. Demasiada gente dice cosas parecidas últimamente.
Asumo que es un comentario humorístico entre ella y Javier, aunque me parece que no corresponde. Hay que tener consciencia de lo masivo de las redes sociales y manejar los impulsos violentos.
Una cosa es criticar una idea y/o actitudes, otra es intentar destruirlas por medio de la violencia. Creo que contra la intolerancia y la violencia no hay mucho que hacer o decir más que condenarlas y combatirlas pacíficamente.
Siguiendo con las comparaciones desmedidas, lo de “hago como que lo voy a saludar” me trae recuerdos demasiado escalofriantes.
Te advierto Analía que el dominio que tengo sobre mi bicicleta es casi total, ando sin manos y todo, no me caigo fácil.

·         “Para Analia, de mi parte no me molesta en lo más mínimo, lo que pasa que el video le dice Facho a un montón de personas que quiero mucho, y son exelentes personas. Tambien denuncia como que esas personas se esconden, una verdadera mentira. De última lo denunciamos en este pequeño espacio. Besos.” Por Javier Salas frente al comentario de Analía  “Digan si el video les moles y se los saco al toque de esta linda página. Besos.

Considero que este es un gobierno fascista, xenófobo, represor y asesino (y los hechos de los últimos días lo confirman).
Con respecto a Mejor en Bici, creo que es uno de los instrumentos de propaganda más hipócritas que tiene el PRO. Lo voy a creer así hasta que demuestren su independencia real cuando el gobierno cambie y MeB continúe. Si eso ocurre seré el primero en desagraviarlo y “hacerme amigo” en facebook.
Aplaudo con fervor y respeto la actitud del señor de ponerse, literalmente, la camiseta (cosa que Javier Salas, siendo funcionario del programa, no hizo). Creo que todos en la Masa deberían “ponerse sus camisetas”, mostrar sus opiniones y enorgullecerse de ellas. Toda la Masa (¡el mundo!) debería poder convivir con la diversidad sin violencia. Insisto, creo que en la Masa cabemos todxs (y aunque crea que hay gente influida por el fascismo no los voy a pisar con la bici).

Creo que es importantísimo que en estas épocas de ambigüedades, cada uno manifieste sus opiniones con claridad para poder conocernos mejor.
Ese es el objetivo principal de esta nota.
Arriba las bicis!!!
Francisco Benvenuti.

jueves, 9 de diciembre de 2010

La Masa de la AutoBicipista




Mirá la Pre-MASA en La Fabricicleta!!!


Más recomendaciones:
- El video de Santiago.
- Las fotos de Marcela.
- Video posteado en FB por Desobediencia y Felicidad.



*El departamento de montaje de La Ciclét sigue sin dar en el clavo con la calidad de sus producciones fílmicas. Pedimos disculpas una vez más, pedimos asesoramiento, y sugerimos verlo en chiquito.


domingo, 5 de diciembre de 2010

La Fiesta Bicicletista según Randy Stollman


Hace un mes conseguí un nuevo empleo: columnista de arte y gastronomía del Iceland Review. Buen dinero, trabajo en casa.
Hace veinte días que lo detesto. Teniendo absolutamente nada que decir sobre el festival de cine francés del Reino Unido y antes de comenzar a beber para generar una historia, salí de mi casa a dar un paseo nocturno.
Atravesé corriendo y dando alaridos el túnel de Carranza (mi deporte predilecto en noches de tribulaciones) y seguí caminando para recuperar el aliento. Al llegar a Cabildo y Matienzo me llama la atención un grupo de jóvenes, o mejor dicho, sus risas y el sutil aroma de sus aguas de toilette que llegaban mezcladas a mi entrenado olfato. Al girar mi cabeza en dirección a ellos, veo cantidades siderales de bicicletas atadas en los postes, en árboles, entre sí, a las rejas de una ventana. Sospeché que debía tratarse de alguna reunión de la gente de Critical Mass. Me acerqué al empleado de seguridad. "Hoy es la fiesta de la Revista Bicicletista. Este último es el número HOT" me dice guiñándome un ojo y abriéndole la puerta a una joven con una minifalda que yo podría utilizar para colar mi café matutino.
Decido entrar. Un adolescente semidesnudo con una máscara de la Commedia dell'arte me cobra la entrada y me dice sobre su antifaz "lo hice yo, es cartapesta".
En el interior, la antigua casona desbordaba de gente de todas las edades, y el erotismo espesaba el ambiente. Pedí dos Mannhattans: uno para la sed, otro para la percha, y me adentré en el salón.
Una banda de ska cuenta cuatro y comienza una sección de vientos afiladísimos que consiguió hacerme derramar unas gotas de cocktail en mi camisa de lino. Un grupo de chicas y muchachos comenzaron a dar rítmicos saltitos a mi alrededor. Decidí relajarme y dejarme rozar por sus cuerpos. A los pocos segundos mi erección era indisimulable, pero no me importó.
Siento una mano en mi hombro. Me doy vuelta y mis ojos se encuentran con los de una joven de una belleza inclasificable. "Te dejo una" dice, y me da un pequeño ejemplar de la Revista Bicicletista. Los ojos celestes dejan de mirarme. La muchacha se aleja. Pelo cortísimo y platinado. Blusa que deja ver su espalda completa. Gira y me sonríe. Tiene purpurina en el cuello. Agarro los hielos de mi vaso y en un solo movimiento los lanzo dentro de mi slip y me agarro fuerte la bragueta del pantalón. Ahogo un grito y corro escaleras arriba hacia la terraza. Pido otro Mannhattan y respiro. Comienzo a leer la revista más para tranquilizarme que porque me interesara. Me sentí atrapado desde la nota de su editor/a, Manu Donnet: guarradas, ironía, erotismo, humor, bicicletismo. Todo eso con la frescura y el desparpajo propio del formato fanzine. No podía parar de leer, de reír, de asombrarme, de rodar por el suelo de la terraza con mi miembro aún turgente. Lejos de serenarme, la revista me excitó todavía más. Noté que un grupo de turistas me estaban tomando fotos con sus celulares. Bailándoles erótica y frenéticamente, me bajé el pantalón y les mostré el culo (vino a mi cabeza la última vez que le había mostrado el culo a alguien con tanta vehemencia: Lisboa, 1974, a un grupo de la P.I.D.E. mientras me lo fustigaba con un clavel). Comencé a arrojar granadina a todos los presentes. Aparece el adolescente de la careta. Le largo un chorro del líquido rojo en la cara y le doy un beso. Entre tanto, la terraza se había convertido en una bacanal: grupos fornicando, gente bailando, representando obras de teatro, el bartender mojando a todos con agua tónica mientras recita la Saga de Gautrek en nórdico antiguo.
Tomo por los hombros al muchacho, que estaba teniendo problemas para alcanzar mi pene con su boca debido a la enorme nariz de su máscara de Pantalone:
- Quiero conocer a quien sea que haya hecho esta revista.
-Está abajo. - me dice el mancebo -Pelo corto. Platinado.
Me dejo resbalar entre la gente y gano la escalera. El panorama era idéntico en todo el local. Aunque sin pantalones, yo era la única persona de la reunión que no estaba conectada físicamente con otra. Veo la melena rubia en un tumulto. Le quito a un colombiano que estaba adherido a su pierna derecha y a dos gemelas laosianas que no paraban de mover sus lenguas como poseídas.
- ¿Eres la creadora de esta revista?
- Si, ¿por?
- ¡Te deseo!
La muchacha comenzó a reír estruendosamente mientras el mulato le hablaba al oído sonriendo y las gemelas empezaban a chuparle el codo.
Corro hacia la salida. Veo una Aurorita atada a un poste con una herradura. La abro fácilmente usando mi birome Bic. Comienzo a pedalear con desesperación.
Llego a mi departamento y lo primero que hago es marcar el número de teléfono de mi editor en Reykjavik.
A las 7:14am, hora islandesa, renuncio a mi columna semanal en el Iceland Review.
Manuela Donnet, y Revista Bicicletista: gracias.

Randy Stollman.